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Detalles de Maastricht |
A día de hoy todos conocemos la situación económica en la que se encuentra
España, así que si a mí me dicen que el dinero de mi beca va a ser invertido
para encender la calefacción en el instituto de mi hermana me parecerá
totalmente justo y acertado (tiene 12 años y el otro día me dijo que empiezan a
pasar frío en el aula). El problema reside en la distribución de nuestros
impuestos, que si no se realiza equitativamente buscando el equilibrio entre la eficacia
económica y el bienestar de todos los ciudadanos, generará polémica, malestar y
lo peor de todo enfrentamiento entre nosotros mismos. No podemos criticar a los
estudiantes por sentir el enfado y la decepción que los Erasmus se han llevado
porque les querían privar del privilegio de 100 euros al mes, cuando simplemente
la dieta de un Diputado solo por desplazamiento es de 150 € por día en el
supuesto de desplazamientos al extranjero, y 120 € diarios en el de viajes dentro
del territorio nacional. Las comparaciones son odiosas pero este es solo un
pequeño dato sobre la irracional distribución del presupuesto del Estado que se
está llevando a cabo desde hace años en España con la que muchos estamos en
desacuerdo.
Semana del diseño Holandés |
Nijmegen, mi ciudad |
No quiero posicionarme en si esta nueva ley es correcta o deja de serlo,
pero simplemente me alegro que se haya aplazado al siguiente curso para no pillar desprevenido a nadie. El ministro
de educación ha dicho que una de las razones para este recorte (ahora futuro) es
que España es uno de los países que más estudiantes manda al extranjero, así
que somos demasiados para repartir, ¿y no te has preguntado por qué? ¿Por qué
los españoles buscan huir de las universidades y el sistema educativo de nuestro
país?
Porque aún le queda mucho por aprender de algunos países europeos. Algunos
como Holanda, en el que me hallo, ofrecen bastantes diferencias en el sistema
de educación enfocadas en el desarrollo autónomo y personal del estudiante. Programas
como Erasmus permiten conocer nuevas formas de aprendizaje basadas en el
análisis de textos académicos, en el debate y la búsqueda de significados que
van más allá de la memorización de contenidos. Los acuerdos académicos que se
establecen entre universidades hacen que se convaliden contenidos diferentes de
los de nuestra carrera en España, consiguiendo que nos abramos a otras áreas
paralelas a las nuestras y descubriendo nuevas salidas a nuestra rama del
conocimiento. En mi caso aquí estoy estudiando cultura, artes e imagen y en tan
solo dos meses he tenido que aprender a escribir ensayos académicos (en inglés)
ya que anteriormente en mis tres años de Publicidad y rrpp nunca me había
tenido que enfrentar a una investigación académica con los requerimientos formales
que ello conlleva. Me han hecho reflexionar intensamente sobre diversos temas,
recapacitar en ideas que nunca me hubiera planteado cuestionar, aprendiendo a
relacionarlas con casos prácticos y lo mejor de todo con libertad para elegir el
tema que abordar. Gracias a esta libertad he podido escoger centrarme en las
áreas que me apasionan y he disfrutado más en el proceso, lo cual me gustaría
poder decir al hacer mi Trabajo fin de grado en mi universidad, el cual se
cierra a unos temas determinados en varias universidades.
Las clases fluyen de manera
diferente por aquí, la participación del profesor es casi la misma que la del alumno,
este aporta comentarios tanto meramente teóricos como personales sin miedo a
decir algo fuera de lugar porque nadie es juzgado, todas las opiniones son
bienvenidas en el aula aportando dinamismo y una continua interacción. Con este
feedback que se produce el maestro en el aula disfruta, se ríe (a veces) y
aprende con sus alumnos mostrándose abierto a ofrecer cualquier ayuda en lo que
al desarrollo del alumno se refiere.
También fuera del aula se nota el cambio de país, los estudiantes se
organizan en los Países Bajos de forma impensable en España, tienen
asociaciones para todo, desde la defensa del estudiante en cualquier tipo de
ámbito, para la organización de actividades culturales, sociales o deportivas, excursiones…
y se reparten las funciones como si de una empresa se tratara con sus cargos
especializados para cada tarea. Lo mejor es la implicación que cada uno de
ellos muestra, notando este compromiso también en los trabajos grupales, donde
no te preocupas de los compañeros que te han tocado porque sabes que cualquiera
va a responder.
Estudiando en Holanda me doy cuenta de que este tipo de enseñanza se acerca
un poquito más a la educación ideal que algunos soñábamos cuando imaginábamos
nuestros años de universidad. Así que si
en España he tenido profesores que me calificaban por jugar al pasapalabra en
clase y mi universidad no tiene en cuenta las calificaciones del alumno al
profesor, ¿cómo no vamos a querer aprovechar esta oportunidad que nos brinda
Erasmus para conocer el sistema educativo europeo? Yo animo a futuros estudiantes
a que soliciten este programa, al menos en los Países Bajos se lo recomiendo.
Silvia Romano,
desde Radboud University, Nijmegen
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